Administración fiduciaria – las características

A la administración fiduciaria se le presta demasiado poca atención en el ámbito económico. Porque no es muy conocida y por ello, resulta extraña y algunas veces sospechosa debido a algunos informes mediáticos poco creíbles.

Naturalmente, todo comprador o vendedor de bienes inmuebles conoce las ventajas de la cuenta fiduciaria. La llamada cuenta discrecional de notario, que se aplica en el proceso de compra. El notario actúa en este caso de forma honoraria y ante cualquier duda como agente fiduciario.

Pero, y esto lo debería saber todo el mundo, toda persona natural o jurídica (sociedad o corporación) puede nombrarse agente fiduciario o albacea. Solo el cliente, es decir el fidei­comitente, decide sobre la persona de su confianza.

Administración fiduciaria – el fin

El proceso fiduciario es, en primer lugar, un servicio funcional. Sirve para el control de eventos como condición previa para el cumplimiento de una contraprestación. Por norma, está delimitado en el tiempo.


De vez en cuando, para el proceso fiduciario se requiere institucionalmente un plazo inde­terminado. Nos referimos al centro de clearing, que cumple tareas en el marco de una gestión de caja. Mientras el centro de clearing realiza la función de agente fiduciario, los participantes de la gestión de caja son fideicomitentes. Aunque, básicamente, no entregan al agente fiduciario ninguna propiedad fiduciaria, sino la distribución de ventajas adquiridas conjuntamente.

Algunas veces, los acontecimientos requieren la utilización de un agente fiduciario. Es el motor, el accionamiento necesario, que le proporciona el impulso adecuado al objetivo global. Nosotros, la Schroeckel Unternehmensberatung, lo empleamos como mediador de confianza en el proceso de la elaboración contractual y de cooperaciones posteriores. En casos en los que el flujo de medios financieros dependía del buen funcionamiento de la colaboración.

Administración fiduciaria – los requisitos

No depende de la dimensión del contenido de la relación fiduciaria. Antes de aceptar un proyecto de este tipo lo evaluamos con detenimiento. Del mismo modo, recomendamos al fideicomitente asegurarse de antemano de la lealtad de un posible agente fiduciario.